Encuentro y cagándonos de frío
Sobran las palabras, camino a Villa Pehuenia...
Cuando llegamos improvisamos almuerzo, y después de cargar la salamandra que nos daría calor los siguientes días, todos nos fuimos a charlar al solcito.
Lozano improvisó una payasada de leñador para las cámaras, el que alimentó la salamandra fue nuestro amigo Luis.
Iniciamos la ascención sabiendo que estaría cerrado, pero sin saber la deslumbrante sorpresa que nos esperaba.
Camino al Batea Mahuida, en algún momento pensamos que no podríamos seguir con el auto por la cantidad de nieve, pero finalmente se portó muy bien y nos dejó justo en la hosteria.
Con Mapuchito el nombre que dí al perrito que encontramos solito ahí, no se despegó
Asado con la mirada vigilante de Lobito
Último día en Pehuenia, recorriendo la villa y tomando sol plácidamente en la bajada al lago
Almorzamos con una de las precursoras del turismo en Pehuenia, Escilda, que nos contó mil historias y quedó re enganchada con el proyecto Lozano de difusión de la villa: contarle a la gente el gran secreto hasta ahora mantenido oculto, el lago Aluniné tiene un monstruo Aluminón...
Lozano aparte de propulsar que sea conocido, propuso la creación de merchandaising del mismo.
Coleccionistas de objetos antiguos, impresionantes.
Visita de unos vecinos, que en medio de un bosque de pehuenias hicieron su morada. El mayor encanto para mí, Junior, su canichito, que me traía su pelota para jugar...
Despedida de Villa Pehuenia, solos el lunes a la mañana. Al despertar y abrir la puerta....
Que pasó acá??????
Después de disfrutar de esa maravilla un rato, y al ver que no paraba de nevar, iniciamos el Operativo partida, terminar de cargar el auto y sacarle la nieve.
Despidiéndonos de Escilda nos encontramos con el muñeco de nieve que habían dejado temprano nuestros vecinos los pescadores en su cabaña.
Con éstas vistas increibles nos despedimos de Pehuenia....
Palabras de despedida a Villa Pehuenia
Pehuenia, mahuida
palabras
con sentido y música
música y sentido...
Caleidoscopio único
son los colores
iluminando
tus tierras...
Verdes araucarias,
recortadas
en la blancura
infinita de tus nieves.
Miles de ocres,
enmarcando
el azul profundo
de tu lago y de tu río.
Si pareciera
que el mapuche
nos presta,
un poco de la magia
que lleva puesta...
Si pareciera
que la Pacha
pintó aquí
sus mejores telas,
y quiere compartirlas
y nos las muestra....

Muy bueno como armastes el blog. ¡Que momentos hermosos vividos en la villa!! Tenemos que arriarlos a los pfisterer. El flaco con unos buenos tintos, es presa facil! jajajajajaja
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